miércoles, 30 de junio de 2010


Yo
mi libertad (encerrada en las pequeñas cárceles consentidas....
de la amistad
de la imaginación)
el viento
el mundo
las ciudades, sus gentes y..
cada historia por revelar
Seamos perros callejeros
vámonos a ladrar
ladrarle a los coches que pasen
a la rubia oxigenada en tacones
a los policías
a las farolas
y que no importe nada ni nadie
nisiquiera nosotros
nisiquiera que el mundo explote ante nuestros ojos impertérritos
vámonos a ladrar
ladrarle a la noche
como perros callejeros
borrachos de emociones
embriagados por la locura
perros callejeros
que le ladran a su alma.
(y en su oscuro rincón, se lamen las heridas... tras el cigarrillo de después.)