sábado, 13 de junio de 2009

-



Esa cosa que hace sentir tan bien
pero que a la vez destroza.
Ese sabor, tacto, cariño;
la miel en los labios.
Néctar en la lengua.
La tentación de seguir.
Y sigues.
Más y más. Te adentras en un bosque
en el que todo es oscuridad.
Incluso un poco de pánico y claustrofobia,
pero quién sabe, igual sale bien.
La miel en los labios.
Te dispones a probarla,
a saborearlo, cada minuto, cada segundo.
Pero no puedes. Hay algo que lo impide...
Lo intentas, caes, y no te levantas.
Lo vuelves a intentar como puedes,
vuelves a caer más bajo
pero ahora si te levantas.
Estás a punto de sentir ese sabor,
dulce y amargo a la vez;
amor, odio.
Y llegas. Por fin llega lo más deseado
durante mucho tiempo.
Lo pruebas, parece que va bien..
Pero, ¿Qué es eso?
¿Qué es ese sabor?
Nada, al menos nada dulce ni gratificante.
Más bien amargo,doloroso.
Como quien dice, abres los ojos
y te encuentras con que sigues en el suelo,
caída, y que nunca te llegaste a levantar
Sólo fueron vanas esperanzas, ilusiones...
Te incorporas y no hay nada.
Estás solo.
¿Y ahora qué?
Aceptar la situación, levantarte,aprender
y seguir adelante. Pero hacerlo. ¿Qué más queda?