-hola
- no, tú no... otra vez
- y siempre, ya lo sabes, pequeña.
- pues sí, quizá algún día me acostumbre.
- deberías ir pensando en hacerlo, sí.
- ¿que hay de nuevo?
- Nada, otra pared, ¿no te divierte?
- No, no me divierte... bloquea mi paso, y eso me frustra, porque siento que no puedo desandar el camino, ni intentar echar la pared abajo, porque es demasiado sólida.
- bueno, ¿y no te divierte?- terminó por decir la voz, resonando en su cabeza, hasta no dejarle oir absolutamente nada más.